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Hotel Mercer Torre del Remei

Mercer Torre del Remei era un palacio familiar construido en Bolvir, Girona, a principios del siglo XX, que se convirtió en hotel hace tres décadas. Ahora renace con interiorismo inspirado por la directora de diseño de Mercer Hoteles, Amanda Molina, que pone en escena un escenario de lujo discreto en un jardín con árboles centenarios y piscina climatizada.

La finca del Mercer Hotel Torre de Remei integra la antigua casa palaciega con doce habitaciones y las caballerizas convertidas en un anexo. El exterior es un buen ejemplo del modernismo catalán. En el interior, la reforma interpreta los espacios históricos de manera contemporánea, sofisticada y confortable. Evita recrear un escenario antiguo y, con la mezcla de referencias, busca una decoración única pero cálida, para que el huésped se sienta como en su casa.

Los interiores son nítidos, sin espacio para lo superfluo

Al entrar en la finca, un jardín de tres hectáreas permite disfrutar de desayunos veraniegos, tumbarse junto a la piscina o relajarse por la noche con unos cócteles en la terraza. En el centro, la Torre del Remei es la clásica mansión de principios de siglo XX, construida con una simetría estricta. Hay dos ejes que confluyen en la parte central de la casa, coronada por una cúpula que hace las veces de lucernario. En la planta baja, se encuentran la recepción, el restaurante y varios salones. El piso principal, el segundo y las buhardillas acogen doce habitaciones y suites.

En las antiguas caballerizas hay otras doce estancias. Un paso subterráneo une ambos edificios para facilitar el movimiento de los huéspedes en días lluviosos. Entre ambos, se sitúa la piscina exterior climatizada y un pabellón con vestuarios. En la esquina situada más al oeste de la finca, resplandece la ermita de la Virgen del Remei con su característica cubierta de pizarra y cúpula piramidal.

Las formas curvas

El edificio ha sido restaurado con minuciosidad, respetando su interesante arquitectura interior. Luce con espléndidas columnas, vidrieras, escayolas y cerrajería con motivos vegetales. Una cuidada selección de mobiliario y una delicada paleta de color sitúa el centenario edificio en pleno siglo XXI.

Las formas curvas están presenten en sofás, butacas o bañeras. Y, como entonces, los artesanos locales han matizado los sinuosos diseños de Amanda Molina para los armarios y escritorios. La selección de materiales naturales transmite sensación de calma y serenidad.  Cortinas de lino, mullidos cabeceros en piel, butacas de madera y lana, mesas de café de mármol veteado resisten el paso del tiempo y crecen en belleza. Los baños se conciben como un pequeño spa. Y como las habitaciones, cada uno es diferente, con amplias bañeras y cabinas de ducha con efecto lluvia.

Mobiliario de diseño actual

El mobiliario escogido es un homenaje a los grandes maestros del diseño contemporáneo como Gio Ponti, Børge Mogensen, Arne Jacobsen o Josef Hoffmann y también los nombres que dan forma a los iconos del siglo XXI como los estudios Space Copenhagen, Gamfratesi, Note Design Studio, Neri&Hu, Norman Foster, Antonio Citterio o Sami Kallid. Esto permite una atractiva combinación de referencias al incluir obras de todo el espectro de diseño.

Ficha técnica:

  • Proyecto: Amanda Molina, Mercer Hoteles
  • Mobiliario: Gamfratesi, Citterio, Carl Hansen.
  • Texto: Serena Dos Aguas
  • Fotografías: Eugeni Pons
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