La sede madrileña de Rockwell Group proyecta el interiorismo del Hotel Nobu Barcelona inspirado en la icónica arquitectura de Gaudí y la artesanía tradicional japonesa. Los mosaicos de trencadís y la artesanía kintsugi, que repara cerámica rota con laca dorada, son detalles emblemáticos de este proyecto.
El estudio Rockwell Group mezcla referencias a la artesanía tradicional japonesa y a la obra del arquitecto catalán Antonio Gaudí en el diseño interior del Hotel Nobu Barcelona de la marca hotelera estadounidense Nobu.
Ubicado en la Torre de Catalunya, cerca de la estación ferroviaria central de Sants, el hotel de 250 habitaciones está rematado con un restaurante de sushi ubicado en el piso 23, además de incorporar una piscina, spa, salas de reuniones y espacios para eventos.
Una gran escalera de caracol conecta las áreas públicas del hotel
La firma de arquitectura y diseño neoyorkina Rockwell Group ha trabajado con la cadena hotelera durante casi treinta años, diseñando su primera ubicación en Manhattan seguida de otros veinticinco restaurantes y ocho hoteles. En Barcelona, la propiedad ha querido crear un lugar que fusione las mejores características de diseño de sus restaurantes con guiños al patrimonio arquitectónico de la ciudad.
Rockwell Group crea un collage de materiales, texturas y espacios dentro del hotel, rindiendo homenaje a los coloridos mosaicos del Park Güell de Gaudí, así como a la artesanía tradicional japonesa de kintsugi, que consiste en reparar cerámica rota con vetas de laca dorada.
«Visualizamos el entorno como un paisaje abstracto, en el que cada elemento y detalle está elaborado de una manera inusual e inesperada, muy similar a la cocina de Nobu», afirma el socio del estudio de arquitectura, Greg Keffer.
La entrada del hotel está enmarcada por grandes cañas de bambú colocadas detrás de un muro de tierra apisonada. Una pantalla tejida de color naranja brillante, diseñada para evocar las puertas sintoístas japonesas, envuelve el vestíbulo y continúa en las salas para crear una conexión entre el interior y el exterior.
El restaurante de sushi disfruta de vistas panorámicas de la ciudad
La pantalla conduce a los invitados a un vestíbulo de doble altura revestido con piedra caliza texturizada y madera. El espacio está decorado con una pintura de grandes dimensiones y pinceladas dramáticas, detrás del mostrador de facturación. Una característica recurrente en los interiores de Nobu.
A un lado, una gran escalera de caracol revestida de madera conecta todas las áreas públicas del hotel, incluidos el salón de baile, el vestíbulo y las salas de reuniones. En el bar del vestíbulo, un mostrador de piedra monumental está revestido con madera cuadriculada pálida que recuerda a la carpintería tradicional japonesa, mientras que un par de columnas centrales están cubiertas de piedra agrietada con relleno de color dorado en referencia a la técnica de reparación kintsugi.
El salón está enmarcado por una estructura de madera cuadriculada similar a la que se encuentra en el bar. Pero aquí, está teñido de un profundo azul índigo.
Carpintería, cuero, travertino y bronce destacan en las habitaciones
En las habitaciones, Rockwell Studio combina piezas de carpintería con cuero y detalles de color bronce, mientras que losas y mármol travertino con incrustaciones de bronce se colocan en los baños junto con duchas con paneles de vidrio sin marco.
Los baños de las suites también incluyen una bañera tradicional de ofuro que está separada de la ducha por mamparas revestidas con azulejos de cerámica. Las salas de reuniones del hotel cuentan con vistas al vestíbulo para lograr un ambiente informal y conectado, mientras que los paneles deslizantes de madera se pueden usar para unir o separar diferentes espacios.
El restaurante de sushi Nobu se encuentra en la parte superior del edificio con vistas panorámicas de la capital catalana. Su techo, de influencia kintsugi, consiste en paneles de nogal de borde vivo veteado con líneas sinuosas de color dorado.
Trencadís mediterráneo
Sobre la barra de ónix retroiluminada, un techo de cerámica azul agrietado complementa las columnas revestidas con esculturas kintsugi hechas de trencadís de cerámica azul y blanca.
La decoración mediterránea, con materiales naturales y orgánicos, se fusiona con la sutil artesanía japonesa para crear un retiro relajante y urbano capaz de capturar el carácter colorido y vibrante de la ciudad de Barcelona. El trencadís se utiliza en algunos elementos para hacer referencia a la arquitectura de Gaudí.
Una atmósfera más melancólica reina en las suites, donde los sofás descansan sobre zócalos y la carpintería está acabada en colores lacados saturados. La suite presidencial está organizada en torno a un hogar de té japonés hecho de piedra toscamente tallada.
Ficha técnica
- Hotel Nobu Barcelona
- Proyecto: Rockwell Group
- Dirección del proyecto: Eva Longoria, Greg Keffer.
- Texto Marco Brioni
- Fotografía: Ricardo Labougle
