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Hoteles de cine: Del Coronado. Con faldas y a lo loco

Hoteles de cine: Del Coronado. Con faldas y a lo loco

‘Con faldas y a lo loco’ es la afortunada traducción del título de una película de Wilder que juega con el descacharrante travestismo de los protagonistas, la belleza de Marilyn Monroe y del hotel donde transcurre la acción. Aparenta ser un resort en Florida, pero se trata del inmemorial Del Coronado, en San Diego, California.
Hoteles de cine: Del Coronado. Con faldas y a lo loco

En plena época de la Prohibición, dos músicos desempleados presencian por accidente la Masacre del Dia de San Valentín y deciden huir de Chicago para salvar la piel perseguidos por unos expeditivos matones de Al Capone. Convenientemente disfrazados de chicas, se unen a una banda de música femenina que emprende viaje a la soleada Florida donde entablan amistad con la intérprete de ukelele, una maravillosa Marilyn Monroe. Con ella, Tony Curtis, Jack Lemmon y el director Billy Wilder dejan para la historia del cine una de las comedias de acción más divertidas, inteligentes y eternas: ‘Some like it hot’ (Con faldas y a lo loco).

Con faldas y a lo loco

Imposible olvidar la expresión de los dos protagonistas en la estación de tren cuando la bamboleante Marilyn se asusta por el bufido de la locomotora con un gracioso golpe de caderas.

En el hotel de Florida siguen los equívocos. Curtis se disfraza de millonario aburrido para seducir a la rubia platino mientras que Lemmon se ve acosado por un inagotable ricachón aparentemente miope que interpreta Joe E. Brown con su característica bocaza.

El Hotel del Coronado, según declaró el propio Wilder, era el escenario idóneo para una historia que transcurría en 1929 porque no se había modificado desde su creación, a finales del siglo anterior. Wilder afirmó: “Buscamos por todas partes, pero este fue el único lugar que pudimos encontrar que no había cambiado en treinta años. Las personas que no conocen este hermoso hotel no creerán que los escenarios son naturales. Es como si el pasado volviera a la vida”.

Del Coronado alberga eventos inspirados en Some Like It Hot

El alcalde de Miami pilló un mosqueo monumental al saber que se rodaba la historia en la costa de California, pero, todo sea dicho, The Del Coronado pillaba a la troupe al lado de casa y había menos mosquitos que en Florida.

Hoteles de cine: Del Coronado. Con faldas y a lo loco

Se construyó mucho antes de que San Diego tuviera los recursos para respaldar un esfuerzo tan colosal, por lo que todo tuvo que ser importado o fabricado en el lugar. Se trajeron arquitectos del Medio Oeste; la madera y la mano de obra procedían del noroeste; en la propiedad del hotel había un aserradero, una fundición y una planta de energía eléctrica; y los primeros empleados procedían de los mejores hoteles de Chicago. A pesar de estos desafíos logísticos, el hotel fue inaugurado tras solo once meses de construcción.

Turismo del siglo XIX

The Del era un destino turístico antes de que existiera este término y atraía a una clientela adinerada del Medio Oeste, la Costa Este y Europa. Estos invitados, que llegaban acompañados de sus propios sirvientes, generalmente se quedaban durante varios meses. Las bahías de Coronado eran ricas en caza menor y vida marina y el chef del hotel no tenía inconveniente en cocinar una perdiz o la pesca de los huéspedes.

La mayoría de los huéspedes llegaban en tren, en un trayecto desde el este que duraba siete días. Los más adinerados tenían sus propios vagones privados que se enganchaban a los trenes en el origen y se desenganchaban cuando llegaban al complejo. Para dar cabida a estos vagones privados, el hotel tenía una vía de acceso en la propiedad.

El Hotel del Coronado personificó el estilo de vida lujoso de las familias más ricas de Estados Unidos. Hoy en día, en plena actividad, el hotel es una auténtica reliquia del siglo XIX.

  • Texto: Marcel Benedito.
  • Fotografía: Del Coronado, United Artists.
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El rodaje duró poco más de una semana y los doscientos miembros del elenco se alojaron en The Del que, desde aquel momento, se convirtió en punto de peregrinaje para fanáticos del turismo cinematográfico, además de albergar numerosos homenajes a la cinta, en el último de los cuales participó un anciano Toni Curtis. Un hotel y una playa prácticamente perfectos.

Como ya sabemos, al final de la historia, el viejo millonario no se inmuta cuando Lemmon se quita la peluca y le confiesa que es un hombre. “Nadie es perfecto”, le contesta ufano.

The Del, párquing privado de trenes

Inaugurado en febrero de 1888, el Hotel Del Coronado era una extravagancia arquitectónica de estilo Reina Ana en el espectacular entorno costero de San Diego, en California.

Fue el primer edificio de su tamaño equipado con electricidad y comodidades modernas: tenía ascensores, teléfonos (aunque no en las habitaciones) y numerosos baños privados. También tenía un sistema de alarma contra incendios de última generación.

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